¿AMLO recibió dinero del cártel de Sinaloa en 2006?
¿AMLO recibió dinero del
cártel de Sinaloa en 2006?
Una de las acusaciones más graves que se han hecho contra el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es que su primera campaña presidencial, en 2006, fue financiada por el cártel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa del país y una de las más influyentes del mundo. Esta denuncia fue publicada recientemente por los periodistas Anabel Hernández y Tim Golden, en sendos reportajes en los medios ProPublica y DW, respectivamente.
Según estos reportajes, basados en testimonios de testigos protegidos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el cártel de Sinaloa habría aportado entre dos y cuatro millones de dólares a la campaña de AMLO, a cambio de una promesa de que una administración de López Obrador facilitaría las operaciones criminales de los traficantes. Los reportajes también cuestionan la estrategia de seguridad de AMLO, basada en el lema de “abrazos, no balazos”, que busca atender las causas sociales de la violencia y evitar el uso de la fuerza pública contra los delincuentes.
Los reportajes señalan que los principales operadores del cártel de Sinaloa en este esquema fueron Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, y Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, quienes habrían negociado directamente con colaboradores cercanos de AMLO, como Nicolás Mollinedo, alias “Nico”, su exchofer y exsecretario particular; Mauricio Soto, actual integrante del Congreso Nacional de Morena; y Francisco León García, exaspirante a senador por el PRD. Los reportajes también mencionan a otros personajes involucrados, como Roberto Acosta Islas, alias “El R”, y Roberto López Nájera, operadores de los Beltrán Leyva.
Los reportajes afirman que el gobierno de Estados Unidos comprobó el financiamiento del cártel de Sinaloa a la campaña de AMLO entre 2010 y 2011, pero que mantuvo la información en secreto hasta ahora. Los reportajes también sugieren que el cártel de Sinaloa habría pactado con otros partidos políticos, como el PAN, con el que habría hecho negocios durante el gobierno de Felipe Calderón.
AMLO rechazó categóricamente las acusaciones y las calificó de “calumnias” y “propaganda”. El presidente dijo que tenía “otros datos” que demostraban que los homicidios se habían reducido en un 20% respecto al final del gobierno anterior, de Enrique Peña Nieto. También acusó al gobierno de Estados Unidos de estar detrás de estas acusaciones, como parte de una campaña de desprestigio contra su gobierno.
Estas son las principales afirmaciones y reacciones que se han generado en torno a los reportajes de Anabel Hernández y Tim Golden, que han causado polémica y debate en el país. ¿Qué hay de cierto en ellas? ¿Qué intereses hay detrás de ellas? ¿Qué implicaciones tienen para el país y para la región? Estas son preguntas que exigen respuestas claras y transparentes, tanto del gobierno como de los medios de comunicación y los periodistas que las difunden.
Lo que está en juego es la credibilidad, la legitimidad y la responsabilidad de quienes ejercen el poder político y el poder mediático en México. También está en juego la seguridad, la justicia y la democracia de los ciudadanos, que tienen derecho a saber la verdad y a exigir cuentas a sus gobernantes y a sus informadores. No se trata de una guerra de datos, de propaganda o de calumnias. Se trata de una cuestión de ética, de evidencia y de rendición de cuentas.
Por. Las noticias en México
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